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Minimalismo y Land Art

  • Gresia
  • 22 jul 2020
  • 11 Min. de lectura

Minimalismo


En el campo de las artes visuales, el minimalismo se alzó como propuesta estética conceptual frente a la tendencia anterior en la que el expresionismo abstracto gozaba de máxima atención y popularidad. Al presentar una nueva intencionalidad, lo que buscaban los artistas en esta corriente era la minimización del sentimiento e idea del artista, enajenándola de toda experiencia emocional o inclusive ideológica (pues el expresionismo sí que se había prestado para intereses políticos) y el objeto a presentar.

Ya que el apogeo de esta corriente se dio en los 60s, el periodo industrial por la que atravesaba el mundo, sobre todo Estados Unidos, durante la posguerra, logró influenciar la materialidad con la que se trabajaba en esta práctica, normalmente con piezas en serie que no eran creadas por los artistas, sino mandadas a hacer a otros por ellos (fábricas, talleres, etc.) y a través de materiales propios de ya una modernidad tecnológica (metales, bombillas, vidrio pulido, entre otros), cuya cotidianidad realmente no aspiraba a generar mayor impacto en el espectador.

Así, al reducir la inversión de actividad del artista, lo que se potencia es la actividad del espectador en el espacio, provocando incluso reacciones intelectuales, pues se sirve mucho de las iniciativas conceptuales y la abstracción del objeto geométrico en sí mismo, para establecer otro tipo de experiencias en la galería, lo que después implementaría el alce del performance y el happening.

Es por eso que, para entender mucho mejor las características del minimalismo, exploraremos tres obras de la corriente con sus respectivas experiencias estéticas.

Donald Judd

Considerado uno de los más importantes artistas de la posguerra, su trabajo se convirtió en un referente neto del arte minimalista. Su postura despreciaba la narrativa y las convenciones del poder político y cultural (Raskin, 2001), acercándose mucho a un pensamiento anarquista que rechazaba los valores sociales institucionalizados en la modernidad. A la vez, cancelaba el uso del arte como herramienta de cambio o motivación/estimulación social, puesto que la consideraba demasiado débil y, al momento de prestarse a la agenda política, perdía su esencia como neta expresión estética.

Muchas de sus obras se basan en la simplicidad y pureza de la geometría y el color. Aparte de ser autor, se desarrolló como diseñador e incluso arquitecto, lo que le permitió incluir patrones matemáticos en sus composiciones y la exploración del material.

En la figura 1 (Untitled), la pieza única desarrollada en madera presenta seis barras largas y rectangulares interconectando dos planchas cuadradas del mismo tamaño. Entre estas se encuentra una barra de aluminio circular que marca una diferencia visual tanto en forma como color. El color rojo, como lo indica la materialidad, fue oleo rojo cadmio claro aplicado por encima. La barra de aluminio tiene, en cambio, acrílico morado.

Según Ramski (1991), Judd utilizaba estos patrones geométricos de una forma secuencial y dada, sin intencionalidad planificada de simbolismo. En este caso, por ejemplo, el crecimiento en altura de la disposición de las barras correspondería a una secuencia numérica apreciable a simple vista y sin mayor significado que la idea de algo creciente. Tal como lo explicaría después el mismo autor: “El arte no puede ir contra el conocimiento científico” (citado de Ramski, 2001: 685), frase que explica una visión positivista de ambos campos (arte y ciencia), no como contrarios, sino complementarios.





Figura 1. Donald Judd, Untitled,1963, aceite de cadmio rojo claro sobre madera y esmalte púrpura sobre aluminio (ejemplo 3, pintura acrílica en lugar de aceite), 121,9 x 210,2 x 121,9 cm, © Judd Foundation / Adagp, París , 2019, Cortesía de Galerie Thaddaeus Ropac-London / Paris / Salzburg, Foto: Thomas Lannes. Esta concepción es importante para comprender su obra puesto que, para Judd, el arte no puede salirse de los parámetros del conocimiento humano, pero a la vez, le otorga a éste mismo un aire de libertad y expansión, obligando al espectador a buscar por sí mismo un significado a la experiencia del objeto sin la necesidad de una guía previa; efecto que era de suma importancia para él, ya que en su tendencia anárquica, buscaba una reacción escéptica como base para la independencia del hombre y su búsqueda por la libertad sin gobierno.

Dan Flavin

Artista pionero del minimalismo, fue un estadounidense muy conocido por sus instalaciones de tubos de luces fluorescentes de varios colores. Nació el primero de abril de 1933 en Jamaica, NY; tuvo una educación religiosa y al crecer realizó un año de servicio militar en el que fue entrenado como técnico en meteorología. Más tarde se interesaría en la práctica artística habiendo realizado estudios primero en la Universidad de Marilyn en Corea del Sur, y una vez retorna a Nueva York es aprendiz de Albert Urban, atiende a la Hofmann School of Fine Arts y finalmente a la Universidad de Columbia con dibujo y pintura*.

A pesar de que compartió amistad con Judd, Flavin tuvo un acercamiento distinto al minimalismo de tal manera que exploraba la ruptura de la mímesis para objetivos más metafísicos asociados a su tradición religiosa (Louria-Hayon, 2013). La principal diferencia que marcó ambos estilos fue la construcción de sistemas en vez de objetos, pues existe en los proyectos de Flavin una suerte de relación inter-objetual como las partículas de una situación dada.




Figura 2. Dan Flavin (American, 1933–1996), Untitled (for Frederika & Ian 2), 1987. Medium: Installation, Sculpture, Pink, red, and yellow fluorescent light. Size: 49 x 67 x 4 in. (124.5 x 170.2 x 10.2 cm.)


http://www.artnet.com/artists/dan-flavin/untitled-for-frederika-ian-2-a-NGmkuGruZlPHLqwbUbFY1g2



En la figura 2, vemos una instalación escultórica compuesta por cinco tubos fluorescentes, tres rosados, uno rojo y otro amarillo, colocados en una pared en dirección diagonal. Éste último, a pesar de seguir exactamente la misma dirección y ángulo, se encuentra posicionado, una mitad de su medida, por encima de los otros cuatro, configurando una diferencia visual particular en su color.

*Extraído de: http://www.artnet.com/artists/dan-flavin/ (fecha consulta: 20/07/2020) y https://en.wikipedia.org/wiki/Dan_Flavin (fecha consulta: 20/07/2020)

Este tipo de composición en la que se utilizan elementos del mismo tipo es una característica esencial del minimalismo, pues la influencia del patrón geométrico y el juego con la simetría y asimetría producen objetos en serie en vez de simples repeticiones. La diferencia radica en que las serializaciones, en muchas ocasiones, corresponden a secuencias numéricas tradicionales como, por ejmplo, la de Fibonacci (1.2.3.4.8.13.21), o la adición y sustracción (1-1/2+1/3-1/4+1/5-1/6+1/7-1/8+1/9-1/10) (Zhou, 2015), en la que el autor es capaz de organizar sus elementos en sentido de un juego mental.

El uso de los tubos fluorescentes como readymade se convirtió en un sello personal para Flavin, quien en sus manifiestos proponía una fascinación con las luces que opacaban el confinamiento del objeto y en un principio, incluso le permitía tomar iconografías cristianas (la luz dorada de the diagonal of May 25, 1963 (to Constantin Brancusi), por ejemplo), de las cuales, más tarde, concluiría una deconstrucción teológica que llegaría al universalismo inmanente, importante en su propia simplicidad (LoLouria-Hayon, 2013).

Anne Truitt

"I am trying to discover what my own particular self is. So, for me, it's a big adventure, I'm very curious about it"

(Citado de Zurmuehlen, 1991: 124)

Artista estadounidense cuya obra fue en su momento estandarte del movimiento minimalista. Reconocida por sus esculturas limpias y simples, ella prefirió realizar su trabajo a mano a diferencia de sus contemporáneos. Nació en Baltimore en 1921 y se graduó del Bryn Mawr College con un grado en psicología que le permitió trabajar como enfermera psiquiátrica antes de dedicarse al arte. Su primera exposición en solitario se realizó en la Galería André Emmerich donde recibió influencia de Ad Reindheart y Barnett Newman, luego de la cual realizaría múltiples exposiciones y también libros acerca de su vida.*


Figura 3. Vista de la instalación Anne Truitt: Perception and Reflection, 1973. Hirshhorn Museum and Sculpture Garden.



La figura 3 nos muestra una vista de la instalación que se hizo con sus obras en 2009 y 2010, en Hirshhorn Museum and Sculpture Garden. A primera vista reconocemos seis columnas del mismo tamaño, todas elaboradas en madera y pintadas con colores vibrantes que marcan secciones palpitantes en algunas de ellas. La disposición en L en la que se encuentran, nos acerca a la imagen de pilares ornamentales que marcan el juego con cierto espacio construido a base de horizontales y verticales, extremadamente prolijas; a la vez, una pequeña plataforma ubicada en cada base evita el contacto con el suelo, dando así la impresión de flote y roce entre la superficie de la columna y el suelo blanco y luminoso.

La insistencia en el color logra una superficie entera que calza a la perfección con la geometría perfecta del objeto, consolidando así una potencialidad de la experiencia humana distinta, pues las percepciones que podemos tener de las columnas son verdaderamente múltiples capas de conocimientos que nos ayudan a conectar con la existencia de muchas cosas entrecruzadas en un plano de realidad flexible y dinámico, en que un solo punto de vista deja de ser objetivo y experimental.

De hecho, Zurmuehlen (1991) cita una reflexión suya en la que expresa cómo ella percibe que, mientras sus piezas eran cada vez más claras, intactas e independientes, pasaba lo contrario con ella, llegando a confusiones mentales que no podía desahogar sino en la escritura ; cosa que le permitiría también enfrentarse a su lado “artista” que tanto miedo tenía de aceptar.

Land art

En la misma línea del conceptualismo, la deconstrucción narrativa y la valoración del objeto en sí mismo, aparece el Land art como una alternativa a los espacios de museos y galerías como únicos para la expresión y exploración estética. Se trata pues de una configuración expandida del arte en la que arquitectura, escultura y arte conceptual abren una nueva forma de interpretar el espacio y la naturaleza. Enfatiza en las cualidades de nuestro ambiente para potenciar la relación que tenemos como individuos de una civilización, con los paisajes que nos rodean y así ubicarnos en un contexto tanto espacial como temporal.

Según Brady (2007), la principal problemática del Land art es la connotación, si bien puede ser sutil, de una imposición estética por parte del artista; sin embargo, al tener un espacio específico en el que trabajar, todo artista se ve condicionado a regular o intensificar sus propuestas de acuerdo a cuánto impacto e interacción busca con la naturaleza, siendo esto de difícil decisión ya que, en la mayoría de los casos, es el mismo entorno el que moldea los ideales artísticos.

Dada esta dinámica, las obras de arte suelen permanecer en el mismo lugar hasta que se fundan con el ambiente en el que fueron producidas o bien se erosionen conforme el paso del tiempo. Esto hace que sea de mucha importancia el registro de todas las obras en el que tanto fotos, videos, mapas, o dibujos del trabajo son valiosos. Y para ejemplificar los trabajos de la corriente analizaremos a dos artistas cuyas obras fueron primordiales en el entendimiento hombre-naturaleza.

Ugo Rondinone

Artista suizo que trabaja en instalaciones interdisciplinarias que incluyen técnicas como escultura, pintura, video, sonido y fotografía. Nació en 1964 en la ciudad de Brunne, realizó estudios en Viena y luego se mudó a Nueva York en 1998, donde radica hasta la actualidad. Al poseer tan amplio rango de materialidad, sus obras se caracterizan por el uso de metáforas e iconografías que rozan la estética psicodélica (euforia y depresión), a través de un profundo interés por entender la contemplación dentro de las actividades cotidianas, ya que tiene influencia tanto del pop art como del arte povera.*


Figura 4. Ugo Rondinone, Seven Magic Mountains, 2016. Roca apilada y pintada, De 8 a 10 m.


Seven Magic Mountains (figura 4), es una instalación escultórica ubicada en el desierto de las cercanías de Las Vegas, Nevada; en la que siete tótems de roca local se encuentran apilados en una altura de entre ocho y diez metros, habiendo sido éstos pintados uniformemente con tonos coloridos y brillantes, se encuentran colocados a una distancia de entre dos y tres metros de distancia entre ellos. La instalación se llevó a cabo alrededor de cinco años y costó casi 3.5 millones de dólares (con financiamiento privado), pues se utilizaron 33 piezas de piedra caliza, con un peso de 10 a 25 toneladas cada una.

La combinación de elementos totalmente naturales y propios de la zona con la intervención del hombre, produce un paisaje peculiar en el que no se puede evitar pensar en la artificialidad del comportamiento humano, con claras influencias de los colores pop y la organización de estos en contraste al paisaje vacío y lejano. Contextualmente, este contraste también podría reflejar una creciente recuperación de la economía de Nevada después de la crisis del 2008, figurando entonces como un símbolo optimista del cambio humano en tal espacio y tiempo. **


La particular elección y desarrollo de un proyecto de este estilo, comenta Hogue (2004), tiene que ver con la construcción paradigmática de una relación entre el lugar y el proyecto en mente, pues cuando se rompe con la tradición arquitectónica surge la visión que va más allá de un lote vacío en espera de construcción y pasa a convertirse en una posibilidad de intervención. De ser exitoso el proyecto, surge una expresión muy impactante a ojos del público, pues llega a compararse con monumentos exclusivamente históricos y/o turísticos; siendo esta escultura en particular, a prospección, ser una de las esculturas más famosas y visitadas en todo el mundo.




Judy Chicago

Artista, escritora y profesora feminista, con un rol primordial en el movimiento feminista de los 70s. Es conocida por sus instalaciones en las que cuestiona el rol de la mujer a lo largo de la historia y fue fundadora del primer programa de educación feminista en la Universidad de California (Chicago y Meyer, 1995). Su particular forma de trabajar el cuerpo de manera colorida incluye pintura, escultura, tapetes y medios mixtos para instalaciones que celebren logros femeninos.

A la edad de 23 años quedó viuda y desde entonces adoptó como apellido el nombre de su ciudad, mostrando así también una crisis de identidad que la hace pensar en el rol de la mujer dentro de una sociedad. Su obra más famosa, The Dinner’s Party, se encuentra en exposición permanente en el Museo de Brooklyn, y es considerada un hito en el arte feminista, puesto que conmemora logros de más de 999 mujeres a lo largo de la historia. **

En 1968, Judy comenzó con una serie de proyectos bajo el título de “atmospheres” en los que se acercaría a las tendencias del Land art del momento, mediante el uso de pirotécnicos que aprendió a usar por cuenta propia después de estudiar en una compañía. En 1969 llevaría esta serie a la playa de Santa Bárbara, donde crearía una suave neblina purpura que se difuminaba en el cielo, generando el efecto de que se alzaba por sobre el agua del océano (figura 5).

Figura 5. Judy Chicago, Purple Atmosphere, 1969, Santa Barbara, CA, printed 2018 Archival pigment print. 30 × 40 in 76.2 × 101.6 cm


La delicada exploración del color a través de humo no altera bruscamente la esencia del paisaje en lo absoluto, sino lo contrario, expresa una estética que complementa y ensalza la belleza natural del mismo en una búsqueda que juega con la transparencia de la neblina disipándose con el viento y envolviendo las formas y recorridos naturales de la tierra en el proceso. Esta sensibilidad para con el ambiente y sobre todo el color, logró diferenciarla de otras intervenciones (más masculinas) que no cumplían con la estética etérea que ella estaba buscando.

En años recientes, su trabajo ha vuelto a cobrar importancia por un renovado interés de instituciones feministas y la serie de ambientes se han reabierto para algunas zonas de Chicago; incluso la artista está experimentando con nuevos colores de humo para generar más exposiciones ya que, dado el nuevo interés, el regreso del “humo feminista” ahora puede ocupar muchos otros espacios. *

En conclusión, ambas corrientes, minimalismo y land art, ocuparon puestos importantes durante las décadas 60’s y 70’s respectivamente, años en los cuales sus artistas representativos desarrollaron nuevas experiencias estéticas en la búsqueda de la deconstrucción de una institucionalidad occidental, ya caducada para las demandas contemporáneas y entre muchas otras cosas, alcanzaron una valoración distinta del objeto como referencia estética, sin necesidad de narrativa y fiel a la simplicidad geométrica; al mismo tiempo de una apertura a la reflexión pos humana acerca de la relación hombre-naturaleza, que hoy por hoy se convirtió en un tema de vital importancia en la discusión internacional.

Este cambio direccional en la exploración de las ideas y discursos fue lo que permitió un intercambio de perspectivas que más tarde derivarían en exploraciones mucho más arriesgadas, hasta borronear los límites disciplinarios en el campo de la exploración artística y así permitir lo que actualmente conocemos como el campo extendido del arte contemporáneo, campo en el mientras haya una propuesta, las técnicas y medios para lograrlo son infinitas y válidas en todas sus presentaciones.



Bibliografía

Brady, E. (2007). Aesthetic Regard for Nature in Environmental and Land Art. Ethics, Place & Environment, 10(3), 287–300. doi:10.1080/13668790701578538

Chicago, J., & Meyer, L. (1995). Judy Chicago, Feminist Artist and Educator. Women & Therapy, 17(1-2), 125–140. doi:10.1300/j015v17n01_13

Hogue, M. (2004). The Site as Project. Journal of Architectural Education, 57(3), 54–61. doi:10.1162/104648804772745265

Louria-Hayon, A. (2013). A Post-Metaphysical Turn: Contingency and Givenness in the Early Work of Dan Flavin (1959–1964). Religion and the Arts, 17(1-2), 20–56. doi:10.1163/15685292-12341253

Raskin, D. (2001). Specific Opposition: Judd’s art and politics. Art History, 24(5), 682–706. doi:10.1111/1467-8365.00291

ZHOU, Y. (2015). Rethinking seriality in minimalist art practices. Canadian Social Science, 11(7), 148-154.

Zurmuehlen, M., & Truitt, A. (1991). Anne Truitt: A Heuristic Life, a Heuristic Art. Studies in Art Education, 32(2), 124. doi:10.2307/1320286

 
 
 

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