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Expresionismo Alemán

  • Gresia
  • 6 may 2020
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 12 may 2020


  • Kathe Kollwitz, Alemania (1867-1945)


Siendo una de las pocas mujeres que logró hacerse del expresionismo, Kathe es en realidad considerada como una de las más prolíferas artistas de protesta del siglo XX por su actitud pacifista y socialista. Desde muy joven contempló la muerte de sus hermanos dejándola con graves consecuencias psiquiátricas como el trastorno de Alicia en el país de las maravillas o micropsia y constantes ataques de ansiedad por el trauma de ser la única superviviente. Luego cursar sus estudios artísticos en Munich y casarse con un médico, Karl Kollwitz, se muda a uno de los barrios más pobres de Berlín, donde produce y publica distintas series de grabados y dibujos llegando inclusive a ocupar un puesto en la Academia Prusiana de las Artes, cosa que haría más fuerte su convicción crítica política y que más tarde incitaría al movimiento nazi a perseguirla. La muerte, tema recurrente en toda su obra, es retratada con una crudeza dolorosa pues al vivir empíricamente las secuelas de tanto conflicto, expresa a cabalidad lo que las pérdidas de familiares significaban para la población civil y esa fue su principal motivación para oponerse a los regímenes alemanes.

Su predilección por querer alcanzar fácilmente a todos los estratos de la sociedad hizo que cada vez más se concentrara en el grabado y dibujo en vez de la pintura. Si bien hay quienes calificaron su obra peyorativamente de panfletaria (Ibero, 1992), lo cierto es que no había absolutamente nadieen su época que no pudiese conyugar con sus grabados (realistas en un inicio) porque “su obra no dejaba planteadas utopías; sí una manera de ver y de pensar aquellos años duros” (Núñez, 2008, p.390) hasta que alcanzó la máxima representación de dolencia bajo las influencias expresionistas a través de sus dibujos como la que veremos a continuación: La muerte atrapa a una mujer.


Este grabado es sumamente impactante debido a la congoja y asfixia que transmite a simple vista. Esto se debe a una composición puramente en aspa en la que predominan numerosos nudos y cortes de línea, la cual, por su parte, obtiene un carácter veloz y violento, marcando también un agudo contraste con las zonas luminosas y la oscuridad total que separan a cada bloque de masa (figura 18). Por otro lado, el acercamiento justo de las tres puntas más notorias del gran nudo a los bordes de la imagen genera la tensión necesaria para entender una contención forzada que sofoca todo movimiento en las líneas de la zona inferior, detalle que se potencia, a la vez, por las esferas centrales que disminuyen su tamaño conforme bajamos la mirada.







Como el título nos indica, la obra representa a un espíritu de la muerte, la parca, un ente que carece de cualquier distinción humana y que, si bien puede aparentar abrazar a la mujer, en realidad la está asfixiando, paralizándola de absoluto terror y obligándola a proteger a su niño como pueda de esta maldad contra la que sabe no puede hacer nada, puesto que, tal como muestra la imagen a la parca detrás de ella,la muerte es sorpresiva y totalmente impredecible. El fondo blanco muestra lo obsoleto del escenario dando a entender la atemporalidad de este suceso: ha pasado mil veces antes y seguirá pasando miles de veces más, no hay más contextualización que esa realidad dura que va a llegar a todos, independientemente del estatus, cultura, dinero o suerte. Esta muerte, visitante recurrente de la autora, toma protagonismo principalmente por la pérdida que tuvo durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918) en la que perdió a su primer hijo Peter Kollowitz, suceso que la marcó con una profunda depresión que más tarde ahondaría su activismo contra un segundo movimiento armado bajo el grupo nacionalsocialista. Según Nuñez (2008) aquel “rechazo declarado a la guerra y sus múltiples gestos y gritos de ayuda al niño también cuentan en la década de los años veinte con otro referente proyectivo: el nacimiento de su nieto Peter, hijo de Hans, en 1921”. No obstante, y luego de un tiempo en 1943, éste también es tomado víctima de la guerra ahora junto a su esposo, marcando periodos aún más difíciles en su vida. Con todo, esa dedicación especial que tenía por la infancia y la maternidad le ganó la creación de muchos grabados e impresiones más que dejarían un referente histórico especial en la posteridad de la guerra que no alcanzó ver finalizada.

 
 
 

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